1. Celebración anual
2. Primer encuentro
3. San Juan
4. Estío versus Amor
5. 24 de Noviembre
6. Cenizas
7. Nueva primavera
El amor es como el fuego, si no se comunica se apaga. Y así fue. Aquella bonita historia llegaba a su fin, atracaba ya en el último puerto sin haberme dado cuenta.
Y es que, nunca me había detenido a pensar como sería este momento en donde él ya no perteneciese a mi vida por mucho que aún lo sintiera dentro de mí.
CELEBRACIÓN ANUALMi hermana había decidido cumplir años, exactamente 24. Aquella noche la temperatura era de unos 17º, la cual notaba en mis piernas al haber decidido vestirme aquellos atrevidos gregüescos. Me había visto obligada a celebrar con ella su aniversario, a tomar un par de copas y aparentar que era la mejor fiesta por mucho que fuéramos tan solo tres invitados.
A pesar de la diferencia de edad mi hermana y yo nos parecemos mucho, salvo en la altura y en el mal humor que a ella, a veces, le caracteriza. Aquella noche empezaba a ser entretenida, aunque esta sensación creo que era producida por aquel mínimo grado de alcohol que ya se hallaba en mí.
Martínez, la tercera invitada, había decidido finalizar la fiesta por su parte ya que su "
prometido" requería de su presencia para asistir a otro guaquete. Yo también lo hubiera hecho, aunque casi tuve un ataque de pánico cuando me vi casi sola en aquella microscopia e insinuante discoteca. Siempre se me a dado muy mal mentir pero no podía arruinar la "
gran" fiesta de mi hermana, asíque decidí tomarme una copa mas.
Estaba segura de que aquella noche terminaría pasándomelo bien, después de tantas risas, de tantos bailes y de alguna distracción.
PRIMER ENCUENTROYa no sabía cuanto aguantaría más, pero aun conseguía ir al compás de la música mientras me movía sin parar de un lado para otro.
Decidí detenerme.
- Buenas noches -aquella voz captó mi atención.- Has bailado muy bien.
- Gracias -dije medio avergonzada-.
Alcé la vista y le vi regalándome una sonrisa tan encantadora que tan solo pude observarle como una niña de 15 años. Me tomó la mano y me ofreció goma de mascar.
No sabía como interpretar ese gesto,¿Sería mi aliento? Imposible, me lavo los dientes tres veces al día. Asíque decidí pensar que había sido un pequeño detalle por su parte. Su rostro me turbaba de tal manera que decidí despedirme e ir en busca de mi hermana.
Cuando íbamos ya de camino a casa no presté nada de atención mientras mi hermana me contaba las hazañas de la noche y tampoco estuve atenta cuando el taxista me había brindado su número de teléfono por si otra noche lo necesitaba. Los 17º habían bajado a 14 y la lluvia comenzaba a mojar mi pelo, pero agraciadamente ya me encontraba en casa. Aquel chico no había salido de mi cabeza desde el momento en que me saludó.
SAN JUANLo que más me gustaba cuando se acercaba el verano, después de un año duro en la facultad, era disfrutar del tiempo con mis amigas. Era ya 23 de Junio, y a las doce de la noche habíamos quedado para realizan varios rituales típicos de la noche de San Juan. Mi amiga Lozano había estado buscando un par de ellos vía Internet.
Habían pasado dos meses desde que mi hermana había aumentado su edad. Dos meses en los que no supe nada de aquel bello semblante.
La kilométrica playa estaba colmada de gente, de hogueras y el cielo repleto de fuegos artificiales. Entonces una figura esbelta captó mi atención, era él. Allí se encontraba entre su grupo de amigos. Vestía una camiseta lila ceñida al cuerpo y un calzón a juego de flores verdes. Percibí incertidumbre en su mirada. Me di cuenta de que esta vez tenía que ser yo la generosa e ir a saludarlo.
Tras una larga charla, decidimos acudir a bañarnos en las cálidas aguas del mar mediterráneo cubiertas, en la noche, por un cielo estrellado. Me sentí totalmente segura a su lado y por momentos me daba igual en donde me encontraba. La luna iluminaba su rostro asíque me dispuse a estudiar sus facciones perfectas. Seguí en silencio escuchando tan solo el sonido que hacían las olas cada vez que llegaban a su fin. En ese momento parecía que únicamente estábamos él y yo por mucho que en la realidad estuviéramos rodeados de cientos de personas.
Me limité a conversar de cualquier cosa insustancial. Lo único que me importaba era aprovechar el tiempo a su lado, después de dos meses de larga espera.
ESTÍO versus AMORMi sonrisa diaria simplemente significaba una cosa clara: que era la persona más feliz en mi planeta. Un primer beso, miradas penetrantes, caricias terminadas en escalofríos, juegos de amor, atardecer en la playa cada luna llena.. eran los condimentos exclusivos de la ensalada de mi Estío.
Éramos dos gotas de agua en un mismo cristal. Tan solo nos diferenciaba que yo quizás era más madura, tenía dos años más que él y eso a veces se hacía de notar. Aún así nuestras almas tenían una compenetración admirable, nuestras personalidades se asemejaban tanto en la locura como en la cordura. Vivíamos y éramos felices el uno con el otro, nada nos faltaba y si era así, nuestras mentes privilegiadas, con la imaginación, se encargaban de ello.
Aquella tarde el tema de conversación había finalizado en un acuerdo: Si nuestra relación deplorablemente se acabase en el futuro, aunque hubiesen pasado diez, quince o más años sin saber el uno del otro, nos pondríamos en contacto. Yo recibiría una llamada de él para acudir a su majestuoso yate en donde veríamos el atardecer y sin peros, aceptaría.
*1( http://dobledeazucar.blogspot.com/2010/01/aimami.html ) Otra vez la suculenta imaginación nos hacía volar al futuro para reírnos en el presente. En realidad lucharíamos por no separarnos nunca.
24 DE NOVIEMBREEl amor es como el fuego, si no se comunica se apaga. Algo no iba bien. Adquirí conciencia plena de que quizás todo había llegado a su fin. Estaba viendo una película cuando recibí una llamada suya:
- Tenemos que hablar -su voz tenía un toque siniestro y la escasez de mas palabras me dieron a entender que me preparase para lo peor.
Me recliné del sofá, cogí las llaves y salí de casa hasta el lugar del encuentro.
Allí estaba, sentado bajo aquel árbol refugiándose de los rallos del sol. No le miré a los ojos, no me atrevía. Sabía que en ellos encontraría la respuesta antes de que en sus palabras. El corazón comenzó a latir a mil. Se levantó en silencio y se detuvo ante mi, pero la pausa fue muy corta y decidió hablar:
- Necesito un tiempo -Me senté antes de que la debilidad que ahora había en mis piernas no me dejaran mantenerme en pie- No consigo dormir las noches y no se si es porque se acabó el amor.
Lo que todo eran risas ahora eran lágrimas. Tomó mi rostro entre sus manos las cuales limpiaron las gotas que lo recorrían. No se había ido aún y ya le echaba en falta. Por primera vez le sentía lejos, muy lejos. Allí en donde nuestras almas ya no se encontraban, en donde nuestras personalidades chocaban.
Nunca le había exigido que me amara. Nunca le había pedido que me quisiese. Nunca le supliqué que me echase en falta. Tan solo le pedí que me dejara estar a su lado, que me dejara amarle, cuidarle, solo quería ser feliz con él, solo pretendía que me llenara los espacios de soledad que habían en mi, que llenara mis tristezas. No me importaba vivir a escondidas de los demás por él.
Pero todo había acabado, ya no había vuelta atrás.
Durante un escaso segundo pude pensar con claridad. Le cedí el tiempo que me pidió y seguidamente se aseguró de dejarme en casa para que yo no cometiera ninguna locura. Él sabía que yo sufría.
CENIZAS- Año nuevo, vida nueva -fueron las palabras que mi madre me susurró al oído después de habernos fundido en un abrazo al haber devorado las uvas en cada segundo-.
Para mi no era así. Yo no quería cambiar mi vida por mucho que dicha frase echa lo comunicase en cada cambio de año. Mi deseo, después de casi mes y medio, era volver con él. Pero ya era difícil, había pasado demasiado tiempo. Tiempo que no había curado aquellas dudas que mi amado tenía.
Y todo llegó a su fin, tan solo me quedaba devolverle todo, o casi todo. Devolverle esos pensamientos que puso en mi cabeza. Y los que iba a poner. Me quedaría con los hechos que hablaban de él por si mismos. Le devolvería mis ilusiones, sus ojos, los más bellos que nunca tuve. Me quedaría tan sólo con alguna de sus miradas. Le devolvería también mis ganas de que llegase cada tarde para ir a verle. Mis ilusiones de ir a cenar nuevamente juntos por cada mes que cumplíamos, de irle a buscar y abrazarle. Le entregaría todos los encuentros imaginarios que siempre tuvimos, como aquella película, nuestra película, "Tyana y el sapo". Me quedaría con la primera vez que le conocí, por cierto, un día muy especial. Tal vez algún día sepas porqué me quedaré yo con esa parte. Le suministraría mis pensamientos de: ¿Cómo aparecerá detrás de la puerta? cada vez que subía hacia el cuarto, en donde se encontraba tu casa. Me quedaría con tus palabras ofensivas que me hacían reír y alegrarme, y que pensabas que yo pensaba que eran insultos por tu manera de expresarlas. Me quedaría con esas despedidas que duraban hasta el amanecer y que siempre complicaba cuando yo te decía: - ¿Y porqué no vienes conmigo?- y entonces se te venía el mundo encima por no poder complacerme. Me quedaría con esos largos y lindos momentos que a veces me dejaban sin aire. Te devolvería mis ganas de, algún día, ayudarte con lo que me pediste. También te regalaría todo ese tiempo que ahorré para poder hacerlo. Te devolvería las pocas historias que te conté mientras parecía que no me escuchabas o estabas en otro lugar.
Y por último te devolvería las lágrimas que lloré cuando te fuiste de mi lado, el dolor y mi coraje. Y es que, ya todo son cenizas.
NUEVA PRIMAVERANada ha vuelto a ser como antes. Ni tú, ni yo, ni nuestra historia. Tan solo queda que pasen los años que quizás serán el pasaje para que surja cierta llamada.
...Y así fue. Aquella bonita historia llegaba a su fin, atracaba ya en el último puerto sin haberme dado cuenta.
Y es que, nunca me había detenido a pensar como sería este momento en donde él ya no perteneciese a mi vida por mucho que aún lo sintiera dentro de mi.
*1 ANEXO: Historia ya escrita en la cual se cuenta dicho encuentro.(Basada en hechos reales)